Domina la zona de carga y descarga de mercancía con esta información
Cuando un producto se encuentra en la fase final de distribución, se deben cargar los productos al vehículo establecido, y una vez que llegue a su destino deberán descargarse. El proceso de carga y descarga puede parecer sencillo, pero se deben seguir ciertas reglas para tener una entrega segura.
Importancia de un área de carga y descarga
En un almacén existe un área destinada a la carga y descarga que cuenta con muelles para facilitar estos procesos. Este espacio se acondiciona de acuerdo al vehículo utilizado, por lo regular suelen ser para camiones. Cuando están colocados en posición, con la ayuda de carretillas, las cargas que serán enviadas son colocadas dentro del camión.
Pero en el caso de los comercios donde se entregan los productos, suele ocuparse la vía pública para realizar la descarga. Al no contar con un área establecida para este proceso, pueden verse afectadas las personas que transiten por la zona.
Es necesario establecer una zona adecuada para ejecutar este proceso en vía pública, o en caso contrario, obtener un permiso para poder efectuarlo. En cualquier caso, este proceso debe ser rápido y en un horario adecuado, para no generar tráfico.
Partes de una zona de carga y descarga
Este espacio que está establecido para las mercancías desde estar cerca de la zona de recepción, cuando se trata de una descarga. Y cerca de la zona de picking o preparación de pedidos es cuando se cargará un camión.
El área utilizada para descarga o carga de un almacén pueden integrarse a las instalaciones o ser independiente.
Pero se trata de una zona exclusiva, que no puede usarse como estacionamiento. Solo cuando se encuentra en vía pública, se considera como área de descarga en determinadas horas, después la gente podrá emplear el espacio.
Consejos para optimizar la zona de carga y descarga
Es necesario contar con un control de carga y descarga para conocer el tiempo que lleva este proceso y la seguridad que se emplea. Al implementar este control se logran optimizar los tiempos de entrega, reducir pérdidas de productos y gastos.
Primero se debe tener una planificación, con los horarios y rutas que tienen que seguir los transportistas antes de que salgan a realizar las entregas.
Después se verifica el tamaño de la carga, la región y orden de entrega, para tener un control estratégico y agrupar las descargas; con esto se evita hacer rutas innecesarias que quiten tiempo.
Es responsabilidad del transportista vigilar este proceso para comprobar que las mercancías son entregadas en buenas condiciones. Y si se presenta algún problema, se puede reportar de manera inmediata, para buscar una solución.
También se deben revisar los documentos para marcar que todo se encuentra en orden, que llegó la mercancía indicada de acuerdo con las instrucciones solicitadas.
Además de llevar un control, es importante utilizar herramientas que mejoren el proceso, como las tarimas de madera.
Al implementar su uso, es posible aligerar la zona de carga y descarga. Cuando se deben mover muchas cargas, estás son acomodadas en una tarima y una carretilla puede levantar el soporte para trasladarlo al área correspondiente.
Por esa razón, es fundamental contar con tarimas de madera para agilizar este proceso.
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